miércoles, 6 de junio de 2012

Herbes Eivicenques


Hierbas Ibicencas




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Existe en todas las Baleares un licor característico denominado simplemente “hierbas” y de sobra conocido por todos los gastrónomos que se precien. Sin embargo, lo que ya no es tan conocido es que hace más de doscientos años que los habitantes de Ibiza y Formentera decidieron dar un paso adelante para crear un producto que ha acabado convirtiéndose en una denominación de origen con nombre propio: las Hierbas Ibicencas.

Para encontrar el origen de esta bebida alcohólica de característico color verdoso ambarino e inconfundible aroma, tenemos que remontarnos al menos doscientos años en el tiempo, hasta unas islas en las que sus habitantes combinaban con esfuerzo y paciencia distintas actividades vinculadas tanto a la agricultura como a la ganadería, sin olvidar desde luego la pesca. En un lugar que en aquel entonces estaba bastante aislado, las materias primas de las que se disponía eran básicamente las que suministraba el medio natural, y con ellas eran elaboradas tanto las comidas como las bebidas de la época. De ese modo, la reina de las bebidas espiritosas era precisamente una botella de licor de anís (relativamente fácil de obtener) en la que se maceraban distintos tipos de plantas autóctonas (principalmente, tomillo y romero, aunque también hinojo, espliego, ruda, hierbabuena, menta o salvia, y siempre sin olvidar las imprescindibles cáscaras de naranja o limón), de forma artesanal y también personal: de sobra es sabido que cada familia poseía su propia receta y elaboraba sus personales mezclas, consiguiendo así un producto que, como todo lo artesanal, dependía muy mucho de la ancestral habilidad de quien lo preparaba...

Será precisamente en el siglo XIX cuando alguno de los habitantes de Formentera comience a pensar en convertir lo que hasta el momento había sido una tradición local y sin demasiadas pretensiones en una verdadera industria capaz de competir en el mercado, y con esa intención viajará frecuentemente hasta Barcelona para abastecerse de elementos que le permitan iniciar una producción de licor a gran escala. Y tanto es así que a finales de ese mismo siglo serán varias ya las familias de ambas islas las que habrán recopilado y pulido las diferentes recetas hasta convertirlas en lo que con el tiempo pasarían a denominarse Hierbas Ibicencas (como por ejemplo y sin ir más lejos, la familia Marí Mayans, propietaria de una marca, precisamente “Hierbas Ibicencas”, cuyo inconfundible nombre es en sí mismo la esencia del producto).




Porque dicho proyecto será todo un éxito, y serán muchos los visitantes de las islas que a lo largo de todo el siglo XX elogiarán las cualidades de esta singular bebida (algunos de ellos tan ilustres como el mismo Vicente Blasco Ibáñez, en cuyo libro de 1909 “Los Muertos Mandan” narra la antigua costumbre ibicenca de beber un licor aromático elaborado con plantas de la isla), pero tendrá que pasar todavía mucho tiempo hasta que sus peculiaridades sean oficialmente reconocidas: será ya en 1997 cuando se apruebe la Denominación Geográfica Hierbas Ibicencas, otorgándole así de forma definitiva una validez que hacía ya mucho que era bien conocida por los gastrónomos.

Y es que, con su aproximadamente 26 por ciento de alcohol, y una proporción que suele estar en los 160 gramos de azúcar por litro, las Hierbas Ibicencas son un licor fuerte pero también digestivo, y que es ponderado por sus abundantes admiradores como uno de los incuestionables placeres del final de una buena mesa (y sin olvidar que también hay gente que lo consume como aperitivo). Sea como fuere, y siempre que seamos aficionados a las bebidas alcohólicas, el sabor de unas buenas Hierbas Ibicencas nos parecerá del todo inconfundible, por no decir inolvidable.

“La reina de las bebidas espiritosas
era precisamente una botella de
licor de anís en la que se
maceraban distintos tipos
de plantas autóctonas,
principalmente, tomillo y romero.”

“El mismo Vicente Blasco Ibáñez, en cuyo libro de 1909 “Los Muertos Mandan” narra la antigua costumbre ibicenca de beber un licor aromático elaborado con plantas de la isla.”
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